Falun 2015, el Mundial de los pacientes

No destapamos ningún secreto al decir que para llegar a ser deportista de élite, hay que tener mucha paciencia, mucha. Especialmente para alcanzar las más altas cimas, pues en esa virtud, se encuentra, en la mayoría de las ocasiones, la diferencia entre el triunfo y la derrota. Si tenemos en cuenta que últimamente estamos acostumbrados a ver muchos niños prodigio y deportistas que despuntan a edad temprana, comprobar casos como los que vamos a comentar ahora, me hacen sentirme bien.

Comencemos por Bernhard Gruber, pues el austriaco ha conseguido a sus treinta y dos años quedar campeón mundial en una prueba individual por primera vez en su vida. Es un hombre con buenos resultados internacionales, no en vano, le avalan cinco victorias en Copa del Mundo, dieciséis podios, un oro olímpico por equipos y dos más mundialistas en esta especialidad. Si bien es cierto, los triunfos individuales se le resistían.

En los 10 km Gundersen trampolín individual su estrategia fue perfecta. Tras conseguir la mejor puntuación en la ronda de saltos, la carrera se presentaba apretadísima con muchos atletas en muy poco tiempo. Gruber se pegó a la espalda de Françoise Braud, manteniéndose en segundo plano toda la prueba, para atacar en el último kilómetro y reventar el evento, venciendo al francés Braud (plata) y a Rydzek (bronce), que lleva ya tres medallas.

En saltos de esquí, otro caso parecido. Aunque Severin Freund tiene unos cuantos años menos, veintiséis, como un servidor, es un hombre cuya progresión ha sido lenta, pero constante en las últimas temporadas, pasando de ser un saltador de segunda o tercera línea, a un líder mundial, pero como decimos, con constancia, sin que haya existido una explosión o un salto de calidad drástico. Esto me hace admirar aun más a este hombre, en un deporte en el que muchas veces, las grandes figuras despuntan en torno a los veinte años, y muchos deportistas comienzan a declinar alrededor de la edad que tiene ahora Severin.

En su caso, la confirmación de su llegada a la élite mundial total se produjo el año pasado, cuando fue campeón del mundo de vuelo, además de oro olímpico por equipos. En este Mundial Freund lleva ya tres medallas, pues primero fue bronce en el trampolín normal, para continuar con el oro en la competición por equipos mixtos y en el trampolín largo, con dos saltos espectaculares de 134.0 y 135.5 m, este último supuso además record del trampolín. Sus 268.7 puntos aventajaron en 22.3 a Gregor Schlierenzauer, quien fue medalla de plata y vuelve por fin a los grandes resultados internacionales. Por su parte, Rune Velta, ganador del trampolín corto, se hizo con el bronce con 242.9.

En los dos últimos días de competición tenemos cuatro pruebas que, en mi opinión, son de las más emocionantes y con las que más podemos disfrutar. El sábado, la prueba larga femenina de esquí de fondo, los 30 km estilo libre, además de la prueba por parejas de combinada nórdica y la competición masculina de saltos por equipos. Para finalizar, el domingo viviremos los 50 km estilo clásico.

Sentémonos delante del televisor y prestemos atención, pues en menos de un mes habrá finalizado la temporada y la espera hasta finales de noviembre suele ser demasiado larga.